¿Qué le deja Compromiso Ciudadano a la ciudad que gobernó los últimos años?

Jesús María. El equipo de gobierno que se despedirá de la Municipalidad la semana venidera le deja a la ciudad mejoras valiosas.

La mayor, en un país con poca cultura de planificación y previsión, es el programa Jesús María Proyecta, lanzado en 2016 con la coordinación del arquitecto colombiano  Gustavo Restrepo. En él está plasmado cómo debiera crecer la ciudad en el mediano y largo plazos, según sus dirigentes pero también sus vecinos.

Este programa fue la hoja de ruta del gobierno que empezó Gabriel Frizza y terminó Mariana Ispizua. Varias obras se concretaron. Otras están proyectadas y, algunas de ellas, gestionadas. Si no se llevaron a cabo fue por la inoperancia de los funcionarios nacionales que las “cajonearon” y por la crisis económica a la que arrastraron al país.

Algunas de ellas son: el replanteo de la organización del tránsito y el acceso principal a la ciudad; el diseño de una red de 20 Km de ciclovías; la construcción de la nueva Terminal de Omnibus; la remodelación del centro de la ciudad –sólo hicieron las dos cuadras de la calle San Martín-; la creación de un Indec Regional; la potenciación del GIS (Sistema de Información Georreferenciada).

Es que la Municipalidad no está en condiciones de encarar una sola obra sin ayuda provincial o nacional. Presupuestariamente, con una masa salarial enorme y costos operativos altísimos, apenas es autosustentable.

Otra herramienta importante que deja Compromiso Ciudadano es el informe socio económico de la microregión, que elaboró la Universidad Católica de Córdoba.

 

Muy bien, 10.

A nivel de logros, Frizza y sus socios no supieron capitalizar electoralmente dos acciones transformadoras: los cambios en B° La Costanera, con nueva plaza e iluminación, pavimentación de calles, reconstrucción de la Av. Costanera, ciclovía, cancha de césped sintético y Núcleo de Integración y Desarrollo de Oportunidades (NIDO), todo lo cual demandó una inversión nacional de 30 millones de pesos; y la transformación de B° Sierras y Parque, donde invirtieron otros 60 millones de pesos para hacer una nueva Guardería Municipal, el NIDO, una cancha de césped sintético y remodelar la plaza, ampliar el polideportivo y, lo más importante, tender las nuevas redes de agua potable y cloacas, hacer 30 cuadras de cordón cuneta y encarar la regularización dominial y la entrega de Escrituras.

Otro punto alto de la gestión fue la política de vivienda, logrando levantar y entregar 124 casas, proyectar y empezar otras 39, facilitarles el acceso a lotes a 58 familias y comprar 200 terrenos en B° Santa Elena.

En los años de gobierno de Frizza, también completaron  7 Km de engavionado en la ribera del río Guanusacate, extensión equivalente a La Cañada de la ciudad de Córdoba.

Completando la lista de acciones destacadas, lograron poner en marcha el CRES (Centro Regional de Educación Superior), con dos carreras universitarias libres y gratuitas; y habilitar la Universidad Popular.

A nivel patrimonial, recuperaron y pusieron en valor la Torre Céspedes y el ex predio de Doña Pipa y abrieron el Museo de la Ciudad Luis Biondi.

Entre las obras que quedan bajo tierra, vale destacar el gas natural de los barrios Güemes, parte de Los Nogales, Las Vertientes, Bulgheroni y La Represa.

Por gestiones ante la Nación, la Municipalidad pudo renovar su flota de vehículos y maquinarias: dos palas cargadoras, un camión compactador, un camión batea, un rodillo compactador autopropulsado, un camión de riego, una selladora de juntas de asfalto y un desobstructor, además de la compra de dos camionetas Amarok.

 

Obras en todos los barrios.

En los últimos cuatro años, extendieron la Av. Costanera hasta B° Los Nogales; pavimentaron las calles Independencia y Balcarce, las calles de B° San José Obrero y parte del B° Bulgheroni; repavimentaron las calles Venezuela, Sargento Acosta y Ayacucho; hicieron cordón cuneta en los barrios Latinoamérica y Los Nogales; construyeron dársenas de estacionamiento en la calle Costa Rica y en la Av. Laprida; y colocaron artefactos LEDs en un tercio del total de luminarias del sistema de alumbrado público.

También hicieron plazas y lugares de encuentro en los barrios: Bulgheroni, Las Vertientes, Quintas de Santa Elena, Italia y Parque Suizo, Latinoamérica, Los Nogales y 17 de Octubre. Y crearon el Parque de los Niños y Niñas de la Ciudad, en la calle Córdoba; el Paseo de los Artesanos y el escenario Juan Alvarez, en la explanada de la Estación del Ferrocarril; y el nuevo Paseo del Donante.

Lamentablemente, no llegaron a terminar el estadio cubierto del polideportivo de B° 17 de Octubre (debe aportes el Gobierno de la Provincia).

A nivel social, fueron puestas en marcha acciones importantes en materia de género y salud pública, entre las cuales se destacan la apertura del espacio La Usina (para tratamiento de adicciones), las ampliaciones del Copadi y del Geriátrico, con la incorporación de sala multisensorial y de kinesiología, y la incorporación del Geriátrico como prestador Pami.

La vara también quedó alta en cultura, con acciones como la Feria 360, el acompañamiento a los Domingos de Oportunidades, la descentralización de los talleres culturales, la implementación del Fondo Regional de las Artes (becas a proyecto culturales).

La ciudad que dejan Frizza e Ispizua tiene descentralizadas, al me- nos, una docena de dependencias en el edificio del ex IMEI; posee una nueva sede del Registro Civil; un programa para acercar los servicios a los vecinos; 19 Centros Vecinales constituidos y ocho de ellos con personería jurídica; y nuevas iniciativas, como la obligatoriedad de hacer el curso de RCP para sacar la licencia de conducir.

06-12-2019