Recaudación: Con la actividad comercial por el piso, Zárate vuelve a estrujar los bolsillos de los vecinos

Jesús María. La ejecución en curso del Presupuesto Municipal de Jesús María y las proyecciones para 2026 son un fiel reflejo de la economía del modelo libertario al que adscribe el intendente Federico Zárate, siguiendo a su mentor y diputado mileísta Luis Picat: fuerte recesión económica, que se traduce en menor recaudación, y la compensación de ese hecho mediante una brutal suba de la presión impositiva a los vecinos. 

Curiosa comprobación fáctica. Los libertarios que proclaman a los cuatro vientos que no hay que cobrar impuestos, los suben…. y muy por encima de la inflación. En los últimos tres años, ha sido la espalda de los vecinos la que ha sostenido a un municipio que gasta mucho y mal.

Vamos a los números. En los 10 meses que van del año, el municipio recibió ingresos tributarios propios por casi 7.700 millones de pesos, lo que marca un crecimiento del 68,4 por ciento frente a los 4.500 millones de pesos que embolsó el año pasado en igual período. Nada mal. Entró mucha plata, considerando que en esos 10 meses la inflación acumulada fue del 24,8 por ciento. O sea que el municipio, en ese renglón, casi triplicó a la inflación.

El tema es ver de dónde provinieron esos pagos. Lo habitual es que la mayor proporción de recaudación surja de Comercio e Industria, por una razón sencilla: por la inflación, los precios aumentan, aumenta la facturación, y por tanto, también las tasas que cobra el municipio. Por eso mismo, siempre se dice que la de Comercio es una tasa que “se recauda sola, sin mover un dedo”.

Sin ventas no hay paraíso

Durante 2024, 22 de cada 100 pesos que cobró por tasas la Municipalidad provinieron de Comercio e Industria. Este año, esa proporción bajó a menos de 18 pesos. 

Los motivos están a la vista. En 2024 el comercio aportó 2.220 millones de pesos; y este año, algo más 2.536 millones de pesos. O sea, un crecimiento nominal mínimo. Apenas 14 por ciento, muy por debajo de la inflación. 

¿Qué significa eso? Que los comercios están en la lona y que vendieron muchísimo menos que en 2024. El motor económico de la ciudad, que siempre fue el comercio, se paró. En la calle no hay un mango. Y se nota. La gente no gasta y “la Muni” no recauda.

Curiosa “bondad” del modelo económico libertario: los precios se han moderado con una inflación del 2,5 por ciento mensual, pero igual no hay consumo, porque no hay salario.

Ante esta realidad, que parece vino para quedarse, ¿qué hizo la Municipalidad en los últimos dos años?. Cambió por completo su esquema de ingresos. Muy simple: a la plata que ya no pone el comercio, la ponen los vecinos. 

Y Zárate lo hizo, como antes también Picat, aumentando sistemáticamente los impuestos a la propiedad y al servicio de agua. Incluso con aumentos por duplicado. Una primera suba al aprobar el Presupuesto a fin de año -como ahora-; y luego una segunda actualización, cada mes del año siguiente, con la inflación medida mensual. Insólito.

Otra vez los numeritos. Para 2025, Tasa a la Propiedad subió un 160 por ciento y el Agua 200 por ciento, contra una inflación de sólo 117 por ciento. Y para 2026, se repite el modelo: 45 por ciento de suba en Inmuebles y 50 por ciento en el Agua potable. ¿De cuánto fue la inflación este año?  Cerrará mucho más abajo: 28 por ciento.

Son los liberales más locos del mundo. Pregonan que cobrar impuestos “es delito”, pero cuando administran, los duplican…. y sobre los eslabones más débiles.

Poniendo estaba la gansa

Estas afirmaciones no son antojadizas. Otra vez los registros de la propia Municipalidad vienen en su auxilio. 

El nuevo impuesto estrella, Tasa a la Propiedad, recaudó en 2024 casi 807 millones de pesos. Y en 2025….. saltó a 1.700 millones de pesos, un 110 por ciento más, cuadruplicando la inflación.

En el servicio de agua es mucho peor. Fueron 517 millones de pesos en 2024, contra 1290 millones en los que va de 2025. O sea, casi un 150 por ciento más de recaudación.

Y no se trata de eficiencia recaudatoria municipal ni de que los vecinos, de repente, se pusieron generosos. Es producto liso y llano de los sucesivos tarifazos.

Está clarísimo que al ajuste, en este caso, lo pagan los vecinos, para seguir financiando, además, a un municipio que casi no ejecuta obras. Las tres más relevantes: repavimentación de Av. Malvinas Argentinas, Centro de Cuidados Infantiles de B° La Costanera y nueva captación de agua potable de B° La Florida fueron pagadas íntegramente por el Gobierno provincial.

Ahh, y está la nueva Terminal….. la nueva Terminal…. que ya lleva un retraso de dos años y en pocas semanas la espera dará vuelta un nuevo almanaque.

Pero la ejecución del gasto es otro capítulo para hablar largo y tendido, y que también merece una mirada a fondo.

06-12-2025