Crece el consumo de aceite de cannabis medicinal en la zona

Un cultivador de cannabis en Jesús María nos contó los alcances de la terapia cannabica, a base de aceite. Busca cooperativizarse para satisfacer la demanda en crecimiento.

Sociedad 17 de noviembre de 2022 Natalia Balverdi
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Jesús María. Desde la aprobación de las leyes nacionales Nº 27.350 y Nº 27669, que habilitan y dan marco al uso, cultivo, industrialización y comercialización de derivados de la planta de marihuana,  con fines medicinales y/o terapéuticos, la demanda es exponencial y Jesús María y zona, no son la excepción. 

Por tal razón, dialogamos con un “terapeuta cannabico” local, inscripto en el Registro del Programa Cannabis (REPROCANN) del Gobierno Nacional, para que nos explique los alcances de su actividad y describa la demanda del llamado “aceite de marihuana”, en la región. 

“Soy un Cultivador Solidario”, comienza diciendo quien explica  que su actividad inició hace dos años para producir aceite de cannabis medicinal para su madre, quien padece artrosis y ya no toleraba más los fármacos, y hoy trabaja con más de cien pacientes, entre personas y perros. 

Un “Cultivador Solidario” es una persona que se inscribe ante la Autoridad Gubernamental para poder sembrar, cultivar y producir aceite cannabico para una persona que padezca alguna de las enfermedades descriptas en la Norma nacional. 

“Yo cultivé con las semillas que me dieron en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA)”, avanza diciendo y aclara que su actividad no contempla la comercialización de un producto con fines recreativos, sino sólo terapéuticos. 

En tanto, señala que este tipo de aceite estimula el organismo para paliar el dolor de determinadas enfermedades pero no es curativo, se debe suministrar en bajas cantidades y dosificadamente, dependiendo de la particularidad de la persona, de su enfermedad y del seguimiento médico indispensable. 

“Yo trabajo con las fichas médicas de cada persona porque cada planta interactúa de manera diferente con cada organismo humano”, explica y aclara que su aceite “es medicinal, terapéutico y científicamente certificado”. Sobre los requisitos para poder obtener la habilitación, explicó que “médicos cannabicos oficiales realizan entrevistas a pacientes y cultivadores y se hace una triangulación con el Ministerio de Salud”. 

Además, dice que “la legalidad – del uso y producción medicinal - trajo la posibilidad de formación, cursos y acceso a información que antes no teníamos”, dijo, sin dejar de mencionar que actualmente realiza un trayecto académico en la Universidad de San Juan, para perfeccionar su producto.  

Pensando en crecer

Atento a la constante demanda y al crecimiento de cultivos en todo el país su intención es expandirse regionalmente y constituirse en proveedor de otras asociaciones y/o cooperativas, generar fuentes legítimas de empleo y responder a una demanda en franco crecimiento. 

“Necesitamos mucha cantidad de plantas y desarrollar genética para abarcar más patologías; invernadero y laboratorio para ofrecer un producto de altísima calidad. Queremos conformarnos como cooperativa, por eso ya estamos trabajando en un proyecto de expansión que se encuentra en una etapa de conformación”.

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