Por reclamos de adjudicatarios, relevan las casas del programa Vivienda Semilla

Colonia Caroya. La Intendente Paola Nanini ordenó un relevamiento en las casas hechas por el programa Vivienda Semilla para corroborar si hay falencias o defectos en comparación con los pliegos de condiciones.

Es que la mayoría de las 24 familias a las que les adjudicaron casas en los sorteos del último plan Terra Nostra y Vivienda Semilla, durante la gestión de Gustavo Brandán, reclamaron por el incumplimiento de lo prometido para la construcción de las unidades habitacionales.

En julio y agosto de 2022, la gestión anterior sorteó 24 terrenos municipales en el B° Altos de Caroya, frente a la planta de Arcor.

La condición para estar en el padrón era tener algún integrante de la familia con discapacidad y no poseer bienes inmuebles. 

Para satisfacer la necesidad habitacional de esa franja de la población, la Municipalidad unió dos planes: terreno, por un lado, y el financiamiento provincial de los materiales para levantar una casa de 36 m2, del programa Vivienda Semilla, por el otro.

Este programa prevé que la construcción está a cargo del beneficiario, siendo responsable de la administración del dinero: 3 millones de pesos de entonces.

La Municipalidad decidió administrar el dinero de los 24 beneficiarios para abaratar costos en las contrataciones.

Fue entonces que llamó a licitación para que una empresa hiciera todo el trabajo con la modalidad “llave en mano”.

 

Dudas cruzadas.

La semana pasada, por primera vez, todos los adjudicatarios pudieron entrar a sus casas.

Previamente, habían planteado varias cosas que se pudieron resolver con una mejor comunicación entre las partes.

En una entrevista periodística concedida en agosto de  este año, la secretaria de Obras Públicas de la Municipalidad, Arq. Luisina Campana, anunció que el plazo de obra era fines de septiembre. A decir verdad, era el deseo de la gestión anterior, que quería inaugurarlas antes de la despedida de Brandán. 

Pero las casas todavía no están habitables.

Además, los adjudicatarios creían que las casas tendrían características diferentes de las actuales. “Nos dijeron que iban a tener cimientos, que iban a ser de ladrillo cerámico y con techo de losa; al final tienen platea, ladrillo block y techos de chapa; somos la única ciudad de la provincia que las hizo así”, le dijeron a la Intendente en el encuentro que tuvieron en el barrio.

Al respecto, las autoridades municipales plantearon su duda sobre si las viviendas respetan las características del pliego y ordenaron un relevamiento.

La empresa Texonor, que ganó la licitación, afirma que las casas están hechas en base a los pliegos oficiales y que, si hay algún defecto, se hará cargo porque la obra aún no está terminada.

Este mes, a varias familias se les termina el contrato de las casas que alquilan y no tendrán la nueva vivienda disponible porque ninguna tiene pozo negro, obra que no estaba prevista que hicieran ni la empresa ni la Municipalidad. Era un costo más para el adjudicatario, pero ninguno la hizo. ¿Por qué?

En este período de escasa comunicación, se quedaron con una promesa hecha el año pasado sobre la conexión a la red cloacal. Hoy no tienen ni pozo negro ni cloacas.

Las autoridades municipales les informaron a los adjudicatarios que pueden decidir si aceptan o no la casa. 

Cabe añadir que recién entonces empezarán a pagar las cuotas del terreno y del Vivienda Semilla.

08-12-2023