Investigadores y científicos en jaque

Cómo impacta el desfinanciamiento de la investigación científica y el desarrollo tecnológico. Estos vecinos de Jesús María y Colonia Caroya lo cuentan en primera persona.

Sociedad 30 de marzo de 2024
Jaque

Toda la zona. Muchas veces, la indiferencia ante los ajustes que se implementan a nivel nacional es alimentada con placebos como “a mí no me toca” y “eso acá no va a pasar”.

En nuestra zona, numerosos investigadores, técnicos y profesionales altamente capacitados, que provienen de diversas disciplinas como geografía, biología, química, antropología, matemáticas e ingeniería, trabajan en proyectos científicos y tecnológicos.

Muchos de ellos se han formado en universidades públicas y han sido reconocidos por instituciones internacionales, lo que les ha permitido realizar estudios en el extranjero y difundir sus investigaciones.

Quizá no supimos de sus trabajos porque las redes no multiplican estos temas. Así, que un investigador no pueda seguir con su trabajo conmueve menos que el abandono de una mascota en la calle. ¡Es que somos tan sensibles!

Estos investigadores fueron a la escuela con algunos de nosotros, compartieron espacios sociales con muchos de nosotros, inclusive fueron “los raros” ante los ojos de tantos. Sea cual fuere nuestra relación de proximidad, nuestro grado de vecindad y afecto los conocemos, sabemos que en su DNI tienen domicilio en Jesús María, Colonia Caroya, Sinsacate.

Hoy, ellos representan solo una parte de los miles de talentos que posee nuestro país y que tienen mucho potencial para contribuir al desarrollo nacional. Sin embargo, el desfinanciamiento del CONICET y las Universidades Nacionales está generando un contexto similar a la “fuga de cerebros” ocurrida durante las dictaduras y en los años '90.

Esto no solo afecta la vida personal de los investigadores, sino que también es perjudicial para el país. El Estado invierte por lo menos durante 10 años –en universidades públicas, el CONICET y otros organismos- para formar un científico y, si después de ese tiempo ese científico no tiene oportunidades para continuar su trabajo aquí, se verá obligado a emigrar, haciendo que otros países se beneficien de la inversión que hizo el propio Estado argentino.

 

Algunas de sus historias.

Andrea Cragnolini.

Es Doctora en Ciencias Químicas, está a cargo del área de cultivo celular del Instituto de Investigaciones Biológicas y Tecnológicas en Córdoba. En esta área, se desarrollan productos con potencial uso médico, se ofrecen servicios tecnológicos de alto nivel y se forma a estudiantes de grado y posgrado. 

Sin embargo, los equipos utilizados son de alta complejidad y se han adquirido a lo largo de muchos años con esfuerzos considerables para obtener financiamiento. El ajuste presupuestario que enfrenta el CONICET está limitando seriamente las posibilidades de mantener esta infraestructura y la continuidad de los proyectos de investigación.

Agustina Rizzi.

Es Licenciada en Nutrición por la UNC y doctoranda en Ciencias de la Salud con una beca del CONICET, se dedica a buscar nuevos tratamientos para la enfermedad del hígado graso no alcohólico. 

Agustina comenta: “Los laboratorios están funcionando con las reservas que tenemos de reactivos e insumos. Estamos haciendo ciencia de bajo costo”. Con el presupuesto congelado, desconoce hasta cuándo podrá continuar con sus investigaciones.

Eugenia Sánchez.

Es Licenciada en Historia por la UNC y Magíster en Historia de América por la Universidad de Sevilla (España), actualmente es becaria doctoral de CONICET. Su investigación se centra en el antifascismo en Córdoba durante el período de entreguerras. 

Por ejemplo, en un trabajo reciente estudia cómo tras el asesinato del diputado socialista José Guevara en 1933 por parte de grupos fascistas la dirigencia política de Córdoba convergió en discursos y acciones que lograron un consenso en torno a la causa antifascista. Guevara fue un dirigente socialista importante que había desarrollado gran parte de su militancia en Jesús María y se había pronunciado en reiteradas oportunidades contra el avance del fascismo.

Como ellos, miles de investigadores, becarios y técnicos de todo el país, incluyendo nuestra región, podrían enfrentar la pérdida de empleo o la paralización de sus investigaciones. Esta situación no sólo impactaría en el avance científico, sino también en el desarrollo económico y social de nuestra nación a corto y largo plazo. Ya les contaremos más historias con nombres y apellidos porque “a mí sí me toca” y “eso acá está pasando”.

Agradecimiento: a Lucas Contreras y quienes hicieron posibles esta nota

29-03-2024

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