
El punto de partida será la plaza san Martín, a las 19. Media hora después habrá Zumba y un show artístico.
El niño de 3 años fue dado de alta hace una semana tras estar en grave estado por una infección con la bacteria Escherichia Coli. Su familia contó las enormes muestras de fe de la gente.
Sociedad 25 de agosto de 2023Colonia Caroya. Después de recibir el alta médica y de terminar un proceso de aislamiento en casa, la familia de Lautaro Gasparutti, el niño del milagro, nos recibió para contar una de las historias más emocionantes y que movilizó a toda la comunidad con cadenas de oración.
El pequeño de 3 años -cumplirá 4 años el 2 de septiembre- estuvo varias semanas internado en gravísimo estado en el Sanatorio Allende por una infección con la bacteria Escherichia Coli en una de las situaciones imprevistas -o por “accidente”, como nos cuenta su mamá Gisel Vicentini-, en las que puede ingresar al organismo.
Gisel es nutricionista y conoce mucho sobre el tema. Está segura que la bacteria entró cuando Lauti fue a una pileta de agua termal en Cacheuta, Mendoza.
“Agua estancada, sin cloro, sin control de lo que hacen las personas adentro, con los baños al lado y la gente que entraba y salía sin lavarse los pies; Lauti, en un momento, se metió hasta la nariz y ahí creemos que sucedió el ingreso a su cuerpito”, explicó.
Los síntomas empezaron seis días después con una fuerte diarrea a la que los médicos trataron como un caso de gastroenteritis. El 90 por ciento de los casos no se complican, pero Lautaro era uno en los que generó un caso grave: se descubrió en una segunda visita al médico.
Ya en grave estado, con los resultados de los análisis totalmente descontrolados -con el 10 por ciento de glóbulos blancos en comparación con lo “normal” y con sus riñones sin funcionar- fue trasladado al Hospital Allende, donde el proceso fue “día a día”, “hora a hora”, para estabilizarlo.
Pero no había señales positivas. De hecho, en uno de los estudios dio un alto nivel de potasio, que implicaba un riesgo alto de falla cardíaca.
Agradecimientos.
Aferrarse a la fe de un milagro era lo único que podían hacer sus papás.
Durante esa semana, los amigos y conocidos empezaron a pedir cadenas de oración, en especial en Colonia Caroya, donde viven, y el caso se conoció en todo el país a través de las redes sociales.
A tal punto que Gisel y Nicolás Gasparutti empezaron a recibir mensajes de personas totalmente desconocidas que oraban por el niño. Incluso, un hombre se acercó al Sanatorio con el poncho del Cura Brochero para pedir su intercesión.
“Somos creyentes, somos católicos, pero no conocía profundamente la historia del Cura (Brochero); cuando Lauti empezó a mejorar, sentimos una fuerza, algo distinto; percibíamos de que iba a ocurrir el milagro”, agregó.
Por ahora, sin ser demasiado conciente de lo que pasó, la única secuela en Lauti es que no podrá consumir sal el resto de su vida.
Para la familia, la “tormenta” pasó dejando unión, amor y agradecimiento eterno a cada uno de los que elevó su oración para que el pequeño hoy esté nuevamente en casa.
El poncho milagroso
El atuendo que llegó hasta Lautaro Gasparutti mientras estuvo internado tiene mucha historia.
Es un poncho que durante un año se impuso sobre la urna que guarda los restos del Cura Brochero, el primer Santo argentino.
Se trata de una reliquia que peregrina por distintos lugares y al que se le atribuyen poderes sanadores y milagros.
Tiene una imagen del Cura Gaucho y, a pedido de personas enfermas y familiares de personas en situaciones críticas, se lleva a hogares, hospitales y clínicas de Córdoba.
24-08-2023
El punto de partida será la plaza san Martín, a las 19. Media hora después habrá Zumba y un show artístico.
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