Esculturas de César Rizzi llegaron a Córdoba

Jesús María. Dos obras del escultor de Jesús María, César Rizzi, lucen en la ciudad de Córdoba. Ambas se identifican por la técnica y el talento del creador de las estatuillas de las distinciones “Pío León”, que todos los años otorga la Municipalidad de Jesús María. 

“Las obras emplazadas en Córdoba son dos: una que se llama ‘Mi mundo’, que es una esfera realizada con restos de maquinaria agrícola; y la otra que se llama ‘Caballo de fantasía’ y evoca la ilusión, la niñez y los caballos de carrusel; esta última estuvo expuesta en el Cabildo de la ciudad de Córdoba, en una muestra realizada con la Cámara de Industriales Metalúrgicos”, contó. 

Expuesta durante dos meses, fue vista por funcionarios de la Municipalidad de Córdoba, quienes se interesaron en su obra y le pidieron más piezas para embellecer la ciudad.  

Así nació un escultor

El interés de César por la escultura comenzó en 2009, cuando tuvo la oportunidad de conocer en Buenos Aires a un artista que trabajaba en madera y chapa y le sirvió de inspiración. 

En 2010, compró una máquina de soldar y empezó a experimentar de manera autodidacta. 

“Las herramientas y el proceso del diseño lo aprendí en la carrera de Arquitectura, donde se hace mucho hincapié en las formas, los volúmenes, las proporciones, el equilibrio; luego de haber trabajado con dibujo y pintura, la Escultura fue la que me permitió expresar el volumen y la tercera dimensión más a fondo”, explicó. 

La naturaleza del trabajo de Rizzi se destaca por su estética, la vanguardia y la nobleza de los elementos con los que trabaja: recicla maderas y metales, ya que le dan “la posibilidad de interactuar con el material de una forma intuitiva y lúdica”.

“Me gusta mucho trabajar con materiales reciclados, 100 por ciento de descarte; en ese tipo de material se puede encontrar todo tipo de piezas: oxidadas, de colores, maltratadas, de muchísimos años, partes de maquinarias; eso enriquece mucho el proceso, me permite interactuar con el material (...); ese material que muchas veces se da por perdido termina teniendo en el Arte una segunda oportunidad”.

César ya sueña con que sus obras embellezcan distintos destinos en el mundo. Aclara que no tiene una favorita, pero reconoce que la que más le gusta es aquella que sirvió para revalorizar un espacio caro a los sentimientos de su ciudad: el Gaucho del Festival, emplazado en la plazoleta del anfiteatro José Hernández. Esta creación implicó “un proceso de diseño de la obra conjuntamente con la plazoleta y el museo -del Festival Nacional de Doma y Folklore de Jesús María-. Todo el conjunto revitalizó y le dio un nuevo significado a un espacio que estaba olvidado”, cobrando sentido la naturaleza de su obra.

13-05-2023