Narcomenudeo: En Jesús María y zona hay un promedio de 50 detenciones y cierre de 20 puntos de venta cada año

Según datos de la FPA, casi la totalidad de los acusados por comercialización termina con condena efectiva. Hay una dinámica permanente de apertura de nuevos quioscos, que se explica por la búsqueda de un rédito económico rápido. Cómo funciona el circuito narco en la ciudad.

04 de noviembre de 2025 Rubén Curto
Drogas 4

Jesús María. Los procedimientos de la Fuerza Policial Antinarcotráfico en Jesús María y alrededores, aún con su espectacularidad en despliegue de efectivos y móviles, hace rato que dejaron de ser sorpresa. 

En los seis años que lleva ya de funcionamiento esa fuerza de combate al narcomenudeo, la disputa se da en la calle, día a día. Así, no extraña a casi nadie descubrir que en su vecindario pueda funcionar un punto de venta de cocaína o marihuana.

A poco de ahondar un poquito en el tema, salen a la luz respuestas que previamente se imaginan, pero que quedan convalidadas desde las estadísticas oficiales: en la zona hay oferta y demanda estable de estupefacientes, y un promedio de procedimientos que deriva en arrestos y condenas penales para los involucrados, pero que no logran impedir que esos roles sean asumidos por nuevos dealers que entran al sistema.

“Desde que arrancamos, hace 6 años, en Jesús María y zona nos encontramos con mucha más actividad de la que pensábamos que había. Hay mucha demanda. También teníamos el imaginario de que la droga venía desde el norte, por ruta 9, pero en realidad el 99% llega desde Córdoba. Hay gente de Jesús María que viaja a a buscarla a Córdoba y trae para vender acá”, afirma el fiscal Ronan Sobejano, fiscal antinarcotráfico. 

Ronan Sobrejano

Esa logística del negocio ¿Cómo se refleja en el fraccionamiento y venta posterior?

En realidad, quienes se dedican al narcomenudeo en la zona van a Córdoba periódicamente y traen poca cantidad. Por ejemplo, compran 50 dosis, las venden y reciente ahí vuelven a abastecerse

¿O sea que es un sistema de provisión permanente, casi sin stockeo?

Exacto. En general, tienen la creencia de que si los encontramos con poca mercadería, su situación legal será más leve o menos grave. Pero no es así. Lo que nosotros hacemos es acreditar la tarea de venta, el proceso, en forma reiterada. Registramos cada día que venden. Entonces cuando hacemos el procedimiento, la cantidad de droga que encontremos no es procesalmente relevante, más allá de la obvia repercusión pública que puede tener eso.

Entonces esa estrategia de no acopiar no tiene efectos prácticos para una mejor defensa de quienes son detenidos

Así es. En un primer momento, en su defensa alegaban eso: “¡Pero sí yo tenía 10 gramos, nada más!”, No importa, porque demostramos que hiciste ventas a lo largo de 6 meses. La actividad está acreditaba. Inclusive se daba una paradoja. Cuando no existía la FPA y la Justicia Federal no perseguía el narcomenudeo, entonces ellos se enfocaban, hacia arriba, de los eslabones más importantes de la cadena de comercialización. Al vendedor minorista ni lo consideraban. Cuando empieza a operar la FPA y hay detenciones y condenas por narcomenudeo, esos “minoristas” empezaron a alegar que en realidad ellos sí eran narcos, para que sus causas volvieran al ámbito federal, donde obtenían sanciones más leves.

WhatsApp Image 2024-07-16 at 22.04.54

Al perseguir el comercio minorista, ustedes enfrentan la disyuntiva de si se trata de droga para consumo personal o venta. ¿Cómo se traza esa delgada línea divisoria?

Antes de actuar, siempre acreditamos que haya habido venta. El que vende puede ser consumidor también y de hecho muchas veces lo es. Por lo general entran al sistema como consumidores y después les empiezan a ofrecer droga a amigos y allegados. Ahí ven que pueden hacer una diferencia económica y se largan. Algunos venden para poder bancar el consumo propio y después ven que puede ser un medio de vida. 

¿Hay una determinada condición social o territorial o para la actividad, atendiendo a esa cuestión del lucro y la salida económica? ¿o es transversal, socialmente hablando?

Hemos tenido casos de gente con mucha plata y poder económico y político, vendiendo droga. Recuerdo un caso en San José de la Dormida, de una persona muy vinculada, que tenía un complejo de cabañas. Pero más allá de eso, la mayoría de los casos involucra a gente que ve al narcomenudeo como una forma de mantenerse sin gran esfuerzo. No se hacen millonarios, ni mucho menos. Pero suele ser gente de bajos recursos que termina viviendo de esa actividad.

Drogas 1

¿Qué tipos de drogas circulan en la zona?

Fundamentalmente cocaína y marihuana. Aproximadamente 40% de cocaína, un 50% de marihuana y el resto de otras drogas. En la previa de la pandemia hubo bastante LSD, ahora ya no tanto. También vemos pastillas de diseño, éxtasis. 

¿Cuál es la magnitud económica del negocio?

Un gramo de droga se comercializa alrededor de los $30.000 o $40.000. De esa cantidad salen 3 dosis de marihuana y entre 4 y 5 dosis de cocaína. Para menudeo un quiosco de droga suele traer entre 20 y 30 gramos para un fin de semana. Calculamos que pueden ganar unos $300.000 por día, pero hay que deducir los costos. La mayoría tiene empleados, los “perros” que trafican. A medida que el negocio funciona, van armando una estructura para salir a ofrecer la droga.

¿Hay mucho involucramiento de menores?

Si, mucho. Ahora se paró un poco porque les agrava la situación legal si los agarramos. Si comprobamos que usan menores como “perros” o que les venden a ellos, el mínimo de pena pasa de 4 a 6 años y el máximo de 15 a 20 años. Sucede que los menores son el mercado ideal para el menudeo, por eso recurren a menores, para que les hagan el márketing entre pares.

Drogas 2

Esta dinámica de cierre y apertura permanente de quioscos de droga, con demoras de meses en cada investigación, supone que hay un número estable de puntos de venta abiertos en cada momento. Es como sacar agua del Titanic con un balde….

En parte si. Nosotros decimos siempre que cavamos en la arena. La realidad es que la represión implica el modo más torpe de respuesta ante un problema. Lo ideal es la prevención, trabajar sobre la demanda, porque mientras haya demanda la oferta va a aparecer. Cerramos un punto de venta y abre otro. Lo que tratamos es de hacérselas lo mas complicado posible. Pretender extirpar el problema es casi imposible. Es como imaginar que no haya delitos. Nuestro trabajo también busca tener un poco de efecto disuasivo, que vean al narcomenudeo como algo riesgoso.

¿Hay un elenco estable de vendedores y lugares, que se van reciclando cada tanto?

En 6 años tuvimos muchos reincidentes. Los detenemos, los condenan, y al salir… vuelven a vender de nuevo. Es un rubro donde todos se conocen y hay quienes tienen ya la experiencia, los contactos, y entonces vuelven a aparecer.

Drogas 3

¿Cuántos procedimientos y detenciones han hecho?

En promedio, cada año tenemos unas 50 detenciones y cerramos alrededor de 20 puntos de venta.

¿Qué efectos tienen las detenciones? ¿Terminan en condenas?

Casi el 100% de las causas que abrimos por comercialización, hay derivado en condenas. Casi no hubo absoluciones. Recuerdo solo un caso, de un partícipe, absuelto por duda. También hay causas menores, por controles, por tenencia. Si a alguien le encontramos droga, se secuestra la mercadería y la persona queda a disposición de la Fiscalía. Ahí se abren tres posibilidades: si se establecer que es para consumo personal (no afecta a terceros, no hay incitación al consumo, ni acopio), no es punible y se archiva. Si es para comercialización, es lo más grave. En ese caso, como ya dije, no importa la cantidad sino acreditar que hubo comercialización. Y cuando no se puede demostrar venta y se descarta que sea para consumo, es tenencia simple y se castiga con pena de 2 a 6 años.

¿Cómo está la zona en materia de narcomenudeo, en comparación con otras ciudades de escala similar?

Hay más droga de la que esperábamos, pero no es zona roja, ni está cerca por ejemplo de Carlos Paz. Proporcionalmente, en Villa del Totoral hay muchísima más cocaína. Tiene arraigado un consumo y una venta muy grande. También en San José de la Dormida, donde tuvimos muchas causas de cocaína y en algún caso hasta con una organización que nos sorprendió. Por contraste, por ejemplo en Sinsacate no hemos encontrado ningún punto de venta.

Con la salvedad hecha de que la represión no es la salida óptima, ¿No resulta frustrante para ustedes esta correlación permanente entre cierres y aperturas de nuevos quioscos de droga?

Sí, por supuesto. Tengo 30 años en Tribunales y estuve en fiscalías comunes. Ahí también es frustrante porque tenés casos de robos y otros delitos en los que siempre llegás tarde y no das abasto para responder. En la FPA los resultados al menos son más medibles y los tenemos.

¿Se hace evaluación de la droga secuestrada? ¿Qué encuentran?

A todo el material se le hacen pericias químicas. Encontramos de todo. Siempre hay un porcentaje de sustancia, por ejemplo cocaína, pero en calidades diferentes según el porcentaje de pureza. La rebajan con harina, con leche en polvo. Una vez detuvimos en Colonia Caroya al comprador local y al vendedor de Córdoba. El proveedor entregó 5 gramos y al ratito del vendedor local ya la había estirado a 25 gramos. O sea, tenía una parte de cocaína y cuatro partes de otra cosa. Y curiosamente los testigos citados destacaban, como consumidores, la “muy buena calidad” de esa cocaína. Por lo general siempre se rebaja para potenciar el valor económico. Nunca encontramos cocaína 100% pura.

04-11-2025

Último momento
Choque

Accidente de tránsito en Jesús María

04 de noviembre de 2025

Fue entre un Fiat Cronos y una motocicleta Motomel 110 cc, en la esquina de Paseo del Huerto y General Cabrera. El motociclista fue trasladado al Sanatorio Caroya.