Día del Origen de Jesús María: mucho para aprender.

El 15 de enero de 1618, los Jesuitas compraron las tierras para hacer la estancia que originó la ciudad. Con cuatro siglos de historia, los ejercicios de memoria se imponen en una comunidad de “llegadores”.

Historias 15 de enero de 2021

Jesús María. Por ordenanza municipal 3.581, promulgada en el año 2015, se considera al 15 de enero de 1618 como el Día del Origen de la ciudad, ya que en esa fecha fue comprada por la Compañía de Jesús la estancia a la que llamaron Jesús María.

A esas primeras tierras se fueron sumando otras, hasta hacer un gran establecimiento productivo destinado al sostenimiento del Colegio Máximo de Córdoba, más tarde Universidad Nacional de Córdoba.

En 1767 fueron expulsado los Jesuitas de todas las posesiones españolas y la estancia fue vendida a Orencio Correa.

Casi un siglo después, Pío León -dueño de la estancia desde 1863- loteó alrededor de la estación del Ferrocarril Central Norte y nació la actual ciudad. Ambas -la estación y  la ciudad- recibieron el nombre de Jesús María, igual que la Estancia, a pesar del deseo del loteador, quien quería nombrarla como Villa Primera.

El acto conmemorativo de este día se realizará este viernes, a las 19:30, en la Bodega de la Estancia Jesús María- Museo Jesuítico Nacional.

La historia cuenta que...

Los primeros españoles que llegaron a Córdoba se repartieron las tierras conquistadas. Junto con e-llos llegaron religiosos de varias congregaciones, entre los cuales estaban los Jesuitas.

Esta Orden, dedicada especialmente a la educación, se oponía a los abusos a los indígenas, lo que iba en contra de los intereses de muchos españoles, que les quitaron su apoyo.

Para sostener sus colegios compraron tierras, las hicieron producir y llegaron a tener las mejores estancias de Córdoba. Una de ellas fue la de Jesús María.

El 15 de enero de 1618, el Padre Provincial Pedro de Oñate S.J. compró al Alférez Real Gaspar de Quevedo las tierras de Guanusacate. Esta fue la segunda estancia fundada por los Jesuitas en territorio cordobés y su objetivo era generar recursos económicos para sostener al Colegio Máximo, que funcionaba en la ciudad de Córdoba.

Al momento de su adquisición, se trataba de un establecimiento que se encontraba en producción con plantación de vides y trigo, crianza de ganado vacuno, caprino, ovino, porcino, herramientas para labranza, tinajas y barriles para la producción de vino.

Entre las construcciones, la Escritura de venta describe, sin mayores detalles, una casa y un molino con acequia para su funcionamiento.

A partir de entonces, la propiedad pasó a llamarse Jesús María y el trabajo de aborígenes y negros esclavos posibilitó el acrecentamiento de la producción, que fue acompañada con  nuevas compras y donaciones que permitieron ampliar la extensión de la estancia hasta unas 10.400 Has.

La producción vitivinícola distinguió a Jesús María de las demás estancias de la Compañía de Jesús en Córdoba. La plantación de vides pasó de 20 mil cepas al momento de la adquisición de la propiedad, en 1618, hasta 48 mil cepas en 1747. A comienzos del siglo XVIII, la Estancia elaboraba un promedio anual de 1.300 litros de vino, representando el 19 por ciento de sus ventas totales registradas en el Colegio de Córdoba.

Si bien el vino dio fama a Jesús María, los avances de investigación realizados sobre su situación a fines del siglo XVII y comienzos del XVIII permiten sostener que la principal actividad fue la molienda de trigo y maíz, cuyas harinas se enviaban, constantemente, al Colegio Máximo de Córdoba.  Por eso contaba con dos molinos, percheles y granero.

En la primera mitad del siglo XVIII se construyeron la bodega,  el refectorio o comedor, ocho aposentos, el techo del corredor Norte de la planta alta, los lugares comunes (baños) y la habitación anexa, la Iglesia, la escalera que se dirige hacia la espadaña y la ranchería para los esclavos, de la cual se desconoce el emplazamiento.

En 1767, el Rey de España Carlos III ordenó la Expulsión de la Compañía de Jesús.

Recién en 1775, luego de tres remates fracasados, la Estancia de Jesús María fue comprada por Don Félix Correas, originario de Mendoza.

Falleció en 1793 y en 1795 la compró en remate uno de sus hijos: José Orencio Correas, cuyos descendientes se la vendieron a Pío León, quien decidió lotear parte de sus tierras ante la inminencia del paso de ferrocarril por sus posesiones. Así nació la actual ciudad.

15-01-2021

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