Lo que desnudó la pandemia.

Por: Lic. Mariana Zanón.

COVID19 - Locales 23 de abril de 2020
Pandemia

Jesús María. Sin lugar a dudas todos los habitantes de la Argentina jamás nos imaginamos vivir un momento de estas características, una situación además de difícil… ÚNICA. Por primera vez en la rutina cotidiana, apareció impregnada la palabra PANDEMIA; fue así que tuvimos que familiarizarnos con ese concepto y hasta entender el peso de su significado.

Millones de personas de todas las clases y estratos sociales, con fe o sin ella, con funciones en esta sociedad o aún buscando el lugar; ancianos, jóvenes y niños tuvimos que aprender a convivir de un nuevo MODO. El aislamiento cobró vida y tomó peso específico. El resultado: cada uno se quedó en su casa.

Todo cambió y no fue sólo aquí, sino en todo el mundo. Las plazas se quedaron vacías, un día los aviones no volaron y las fronteras se cerraron; los comercios no abrieron, las calles se encontraron silenciosas con poca gente. Algunos transitaron para hacer una compra necesaria ó, probablemente, cumplir una función laboral indispensable y, en el peor de los casos, no faltaron los “vivos” burlando ó canchereando -la única alternativa que le es útil a un país empobrecido para enfrentar una posible elevada curva de contagio-.

Las hojas del otoño cobraron terreno y el sol tuvo un brillo especial. Como esas cosas de la vida aparecieron los cumpleaños virtuales, los saludos por video llamada, los grupos de whatsapp cobraron una vida y vibración constante. Los ancianos, esos “viejitos nuestros”, sumaron un aprendizaje más a sus vidas, pasar largos domingos en soledad: sin visitas de hijos, nueras, nietos, parientes y ni siquiera el diario en papel.

Las escuelas vieron sus aulas vacías, sus patios limpios, sus muros sin refugiados de las escondidas, no hubo gritos, ni carcajadas. Tuvieron la ENORME TAREA de mudarse a cada uno de los hogares. ¿Cómo? Se las ingeniaron y ¡vaya que lo hicieron! No tuvieron más remedio que entrar por la ventana de la PC de escritorio o la notebook, por el celular y los grupos de whatsapp; en algunos casos se encontraron con una tranquera y sin señal, pero eso no les impidió dejar un sobre con la tarea escrita en papel. ¡ENORME ACTO DE NOBLEZA ¡Sí señores!, porque la DOCENCIA es ESO: UNA NOBLE TAREA.

No hay un solo protagonista de esta historia que no haya redoblado el esfuerzo. Maestros, profesores de todos los niveles, papás, mamás, niños y adolescentes se vieron inmersos en este mundo vertiginoso de las tecnologías donde cobraron fuerza las siguientes palabras: archivo adjunto, clase por Zoom o Meet, Clasroom, PDF, JPG; y en cada mensaje no faltó el “beso o abrazo virtual”. Porque no nacimos para la distancia, porque la señorita de Prejardín, Jardín y Primer Grado necesita mandar ese “ beso virtual” que, antes de este virus, entregaba con apretón a cada uno de sus alumnos en la puerta de la escuela.

Si algo no impidió este VIRUS fue la primera colación virtual y ahí fue protagonista la Facultad de Comunicación de la UNC. ¡Y qué decir! La verdad que emocionó… Porque si hay algo que el aislamiento logró es relucir las emociones, los agradecimientos, la solidaridad, la comprensión y la empatía.

Lo interesante en todo este panorama de cambio y transformación vertiginosa es que los héroes anónimos, los que no tienen monumento salieron a la luz y, por fin, tuvieron el reconocimiento… la valoración y el aplauso: médicos, enfermeros, personal de toda el área de salud, seguridad, supermercados, farmacias, servicios públicos, bomberos voluntarios fueron PREMIADOS POR TODA UNA SOCIEDAD. Los artistas dedicaron canciones y frases sólo para homenajearlos, mimarlos, para ponernos en voz a todos y decirles GRACIAS… MUCHAS GRACIAS!

Finalmente, en esta novela sin fin, estuvieron nuestros periodistas, llevando la información, los datos, las cifras, la palabra; mostrando qué hacer y qué no, para cuidarnos. Una vez más reflejaron esa cruda realidad con todos sus colores y facetas. Porque si hay algo que mostró esta pandemia fueron caras: pudimos ver desde gente extraordinaria y personas nefastas a seres humanos haciendo un trabajo titánico para cumplir con sus objetivos… Y en este contexto, con diferentes situaciones, millones de personas pusimos lo que hay que poner para preservar la VIDA: VALOR y CORAJE, aún sin saber que nos depara el destino, pero convencidos de algo: “de bajar la curva”.

Sin embargo, mientras todo esto ocurrió y ocurre en este extenso país, tenemos que leer perplejos que un intendente quiere facultades extraordinarias en pos de una Emergencia Económica. Vaya noticia. Cuando yo creí que lo había leído todo, aparece el titular y me atraviesa porque, por suerte y como dice la canción: “Sólo le pedí y le pido siempre a Dios que lo injusto no me sea indiferente”.

Pero me quedo con lo que aprendí, porque esta PANDEMIA nos enseñó y desnudó a una sociedad; nos sacó la careta, nos rasgó las vestiduras y, frente al espejo, nos mostró: frágiles, temerosos, vulnerables, pero nos hizo ver un costado solidario, empático, respetuoso, y sensible. Pero siempre hubo y hay excepciones, hay quienes sólo pudieron mostrar su cara más soberbia, mezquina, egoísta y vanidosa. Teniendo la posibilidad, frente a un hecho único en la historia MUNDIAL, de ser, sólo por un momento: HUMANOS. Ni siquiera HÉROES… SOLO SERES HUMANOS.

23-04-2020 

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