Sólo Sinsacate recordó a los veteranos y caídos en Malvinas.

Este año no se hicieron actos en ningún lugar del país, pero hubo otras maneras de recordar la fecha. En nuestra zona, el día pasó desapercibido.

Sociedad 02 de abril de 2020
Islas Malvinas
Islas Malvinas

Toda la zona. El intendente Carlos Ciprián izó la Bandera este 2 de abril en la plaza Nóbile y propuso un minuto de silencio en honor a los veteranos y caídos en las Islas Malvinas. Luego cantó el Himno Nacional Argentino.

También envió un comunicado de prensa refiriéndose al tema.

Los otros municipios están más preocupados en las medidas restrictivas y en controlar a la ciudadanía que en rendirle homenaje a quienes ofrendaron su vida en la única guerra que tuvo como protagonista a nuestro país en el siglo XX.

La Asociación de Veteranos del Norte Cordobés invitó por las redes sociales a cantar el Himno patrio a la medianoche, habida cuenta que no podrían hacer la tradicional vigilia a partir del primer minuto del 2 de abril.

 

Sitios de memoria.

La Plazoleta 2 de abril, ubicada en la intersección de Av. 28 de Julio y Av. Miguel Juárez, de la ciudad de Jesús María, fue el primer lugar dedicado a rendirles homenaje a nuestros vecinos combatientes.

Las modificaciones en ese nudo vial la mutilaron y hoy es apenas un sitio de memoria en el que poco se repara.

Otro héroe recordado desde hace muchos años es el Sgto. Ay. Ramón G. Acosta, cuyo nombre fue impuesto a una calle del B° Norte de Jesús María y más tarde a la escuela de Estación Caroya.

Su familia, que sigue viviendo en Jesús María, fue activa defensora de la memoria y los derechos de quienes entregaron su vida tras el desembarco.

Como resultado del proceso de investigación forense en las Islas Malvinas, hoy es posible que los familiares de 90 soldados argentinos inhumados en sepulturas sin identificación puedan encontrarse con las tumbas de sus seres queridos, debidamente identificadas, en el Cementerio de Darwin. Entre los identificados está Ramón Acosta, gendarme abatido en combate por las tropas británicas el 10 de junio de 1982, en cercanías del Monte Kent.

También fue combatiente en Malvinas el Cap. de Frag. Pedro Eugenio Giachino. Una escuela de Jesús María lleva su nombre. Fue el primer soldado argentino abatido en el Atlántico Sur.

 

Los homenajes más recientes.

La Asociación del Norte de Córdoba nuclea a todos nuestros vecinos que pelearon en el Sur de nuestro país y siguen peleando hoy por sus derechos y los del país.

En 2017, a 35 años del desembarco de las tropas argentinas a las Islas Malvinas, el entonces Intendente de Sinsacate, Rubén Ferreyra, anunció que los ex combatientes de la región tendrían su sede y podrían armar un museo regional.

La Asociación del Norte de Córdoba no tenía sede, ya que debieron desocupar la oficina Héctor Amado Leita, inaugurada el 2 de abril de 2012 en Colonia Caroya, fue cerrada en 2015 por un recorte de gastos dispuesto por la Municipalidad.

El nuevo espacio fue una casa perteneciente a la familia Micolini, ubicada frente al Museo Posta Rural de Sinsacate. En ella funcionó la primera escuela del pueblo y el edificio se fue deteriorando con el paso del tiempo, aunque nunca perdió su valor histórico para los habitantes del pueblo.

La Municipalidad se haría cargo de restaurarla y la pondría a disposición de la Asociación del Norte de Córdoba.

Años antes, una plazoleta ubicada frente al edificio de la Subcomisaría de la localidad, bautizada Veteranos del Norte Cordobés, fue dedicada al recuerdo de la gesta del Atlántico Sur.

En Colonia Caroya, la plazoleta Héctor Amado Leita recuerda a este veterano de Malvinas nacido, criado y fallecido en la ciudad.

Fue el único hijo varón de Amado Leita y Mercedes Panontini. Nació el 6 de julio de 1963. El matrimonio ya tenía tres hijas mujeres: Esther, Vilma y Ofelia. Vivían en Puesto Viejo.

Dicen que el muchacho era cerrado, reservado, tímido, caprichoso.

Cuando cumplió 18 años, le tocó hacer el Servicio Militar. En enero de 1982 fue convocado a La Calera y, sin aviso previo a sus familiares, lo mandaron a Comodoro Rivadavia.

Podría haber evitado el viaje. Como era hijo único varón, con un simple certificado, se quedaba en su casa ayudando a su padre en la chacra, pero él prefirió aventurarse.

Días después, empezó la Guerra para recuperar las Islas Malvinas y la base de Chubut era la más cercana para mandar soldados.

Desde el Sur, empezó a escribir cartas para que su padre no se preocupara, pero después se enteró en un bar que Héctor estaba en combate.

En las cartas, sólo quería transmitir tranquilidad, aunque allá sufría por él y por la familia, que no sabía qué estaba pasando.

En una de las últimas que envió, estando prisionero de los ingleses, le pidió perdón a su padre por haber sido “tan caprichoso” y por haber provocado que se enfermara, angustiado por la noticia.

Héctor regresó un día de agosto de 1982 a su casa de Puesto Viejo.

Con el paso de los años, entró a trabajar en la Municipalidad, se casó y tuvo dos hijos, pero nunca contó nada de lo que vivió en Malvinas.

Murió el 1 de mayo de 2011, a la edad de 48 años.

El más reciente de los reconocimientos fue a Juan Emiliano Alvarez, cuya memoria honra una placa en el centro de la ciudad. Músico apasionado, el escenario de la explanada de la Estación del Ferrocarril lleva su nombre.

02-04-2020

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