Todos en alerta por la final de la Liga Colón

Falucho y Forchieri, dos de los equipos con hinchadas más apasionadas y masivas de la Liga Colón, protagonizarán este fin de semana la Final del Torneo Clausura en el estadio del Bochas, en fecha (sábado o domingo) y horario a definir.

El partido puede ser considerado de alto riesgo por los organizadores, Policía y hasta la misma Municipalidad de Colonia Caroya. La ciudad será sede del partido más importante del año en el fútbol local.

La magnitud del encuentro y los equipos involucrados implican el armado de un operativo de control de ingresos a la ciudad de cada parcialidad, el acceso a las tribunas, la vigilancia durante el partido y especialmente de lo que pueda pasar después.

Hay antecedentes de incidentes entre ambas hinchadas y el último es, lamentablemente, de ayer mismo.

El camión volquete que llevaba a los "falucheros" de regreso a Jesús María tras ganarle al Deportivo Colón se cruzó en calle Don Bosco con el colectivo que transportaba a los de Unquillo, que salían de la cancha de Agraria. 

Las escenas de ese momento quedaron filmadas en videos que rápidamente se viralizaron.

Hubo agresiones, piedrazos, botellazos y uno de los vehículos quedó con el parabrisas destrozado. Un caos en medio de la tranquilidad que suele tener la Colonia y más en un domingo a la noche.

Por eso, la final ya encendió las alarmas para la toma de decisiones que protejan a los que entran a la cancha y a los vecinos que estén alrededor.

Si bien cada club debe bajar líneas a sus hinchas y pedirles un partido en paz, la Liga también tiene la responsabilidad de propiciar un ambiente seguro.

Y uno de los principales puntos es entender, de una vez por todas, que la final de Primera no pueden terminar de noche, tal como pasó en los últimos años.

Todas las definiciones, en su mayoría en la cancha del Sportivo Tirolesa, finalizaban con la entrega de la copa después de las 21 y en algún caso, a las 22.

Hubo familias que volvieron a su casa a la medianoche, cuando el partido estaba programado a las 18. Un verdadero despropósito.

Es hora de pensar en los hinchas que destinan todo un domingo de descanso para alentar a su club, respetando los horarios asignados durante la semana previa. 

Pero para ello se debe pensar primero en el horario de finalización, antes que en el de inicio.

Si todos se ponen de acuerdo en que el operativo termine de día, incluyendo posibles penales, festejos, evacuación de la cancha y acompañamiento de hinchadas a los caminos de regreso, el partido debe empezar a las 16. A más tardar, a las 16:30 (¡No a las 18!). 

¿Cortar calles? También debería considerarse seriamente y a pedido de los vecinos.

No es tan difícil: Forchieri entra y sale de la ciudad por Pedro Patat y Falucho por Avenida o Don Bosco desde Jesús María al Lote XV. Entre medio, calles clausuradas. Si cuando hay baile cortan todo alrededor, en una final como esta, esa decisión no debería ni discutirse.  

Otro punto muy cuestionado es por quienes que ven el partido trepados a autos y árboles, sobre las tapias,  especialmente en calle Udine y en la 47, detrás de uno de los arcos.

Impedir el paso vehicular y peatonal en esas dos cuadras también reduciría otro riesgo que, habitualmente, no se controla.

La Liga ya trabaja en todos estos estos aspectos con el deseo que se viva una fiesta deportiva controlada y sin ningún inconveniente.