La Cooperativa tuvo un excedente de 58,7 millones de pesos en plena pandemia.

El dato fue informado a los delegados, quienes aprobaron el Balance al 30 de junio de 2021. El mayor ingreso fue por intereses y reconexiones.

Economía 03 de diciembre de 2021

Colonia Caroya. La Cooperativa de Servicios Públicos hizo, el pasado 19 de noviembre, su Asamblea General Ordinaria, en la cual presentó ante los delegados la Memoria y el Balance de los Ejercicios 73 -cerrado el 30 de junio de 2020- y 74, correspondiente al último año.

Por la pandemia de COVID-19, el Ejercicio 73 no se había podido presentar.

El resultado expuesto ante los delegados es muy satisfactorio: desde el 30 de junio de 2020 hasta el 30 de junio de 2021, el excedente de la entidad fue de 58,7 millones de pesos, un 48,7 por ciento más que en el Ejercicio cerrado en junio de 2020, ajustado por la inflación. Cabe recordar que el Ejercicio 73 estuvo afectado en sus últimos cuatro meses por las restricciones. 

El excedente del Ejercicio representa el 5,8 por ciento del total facturado, pese a que los ingresos anuales por servicios bajaron de 1.797 millones a 1.557 millones de pesos debido al menor consumo registrado en los extensos lapsos de aislamiento sanitario preventivo y obligatorio, cuando bajó la actividad comercial e industrial de manera notoria.

No fue tarea sencilla equilibrar la situación económica de la institución, que acarreaba inconvenientes. Simultáneamente, había que garantizarle a la población los servicios básicos.

En el peor contexto de las últimas décadas, el gerente Cristian Arrigo y la Cra Laura Oliver debieron redoblar sus esfuerzos para alcanzar acuerdos con los asociados que acumularon deudas importantes por los inconvenientes derivados de la irrupción del Coronavirus. 

El principal ingreso de la entidad es la energía eléctrica facturada. En este ítem se registró una reducción próxima al 16 por ciento.

En ese tiempo, también la Cooperativa bajó sus gastos operativos casi un 10 por ciento: de 13,3 millones de pesos a 12,1 millones.

Además, redujo el gasto en personal, consecuencia de una reestructuración de los horarios y de un considerable ahorro en horas extras.

La planta actual está integrada por 208 empleados, un contratado y ocho profesionales: siete técnicos y un periodista. Ese personal cuesta 556 millones de pesos por año.

A menor consumo de parte de los usuarios, menores costos a cubrir. Esto fue así durante la pandemia en todas las prestaciones. Al respecto, es preocupante que bajó 21 por ciento el costo de APROS. Esto significa que muchos asociados (uno de cada cinco, en principio) dejaron de pagar la obra social.

No debiera sorprender que el único servicio en el que facturó más fue internet (1,6 por ciento). En este ítem también hubo mayor depreciación, ya que encararon un recambio de los modem para mejorar el servicio, que significó más de 40 millones de pesos.

 

El negocio de los recargos.

Los principales excedentes fueron los del servicio eléctrico (24,4 millones de pesos) y los servicios TIC (12,2 millones de pesos).

Sin dudas, el mejor negocio de la entidad sigue siendo que sus asociados no paguen en término por sus servicios. 

Los retrasos en las obligaciones de pago son tantos que, aún aplicando intereses que no superan los bancarios, la mayor recaudación de la Cooperativa provino de los recargos: fueron 53.390.748 de pesos entre junio de 2020 y junio de 2021.

La utilidad sobre el costo de los servicios es mínima, pero las tarifas demandan porcentajes tan altos de los ingresos de la población que financiarles a los usuarios el consumo que no llegan a pagar en término es, al mismo tiempo, una ayuda para el asociado y una oportunidad de generar recursos para la entidad.

03-12-2021

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