Una ilusión llamada Atamañuk.

Jesús María. Ariel Atamañuk tendrá su primera experiencia paralímpica y se encuentra disfrutando este gran presente: “Es una alegría muy grande, una emoción haber conseguido la plaza. En el 2019 habíamos quedado muy cerca y sabíamos que aún faltaban cuatro lugares por definirse, eso nos dio energía para mejorar y aproveché el 2020 para prepararme y evolucionar en este deporte. Ahora llegó la clasificación y estoy feliz, es el sueño de todo deportista”.

Las plazas que restaban definirse para los Juegos se pusieron en disputa en el marco de la  Copa del Mundo de Paracanotaje celebrada en Hungría. Con deportistas de elite, Atamañuk empezaba a darle forma a su ilusión olímpica: “La copa fue de una gran exigencia, en Europa el nivel es muy alto y solo teníamos cuatro lugares para ir a Tokio; primero pudimos meter la canoa en la Final y después quedamos muy cerca del oro, pero quedé muy satisfecho porque dejé todo; no tenía más con qué empujar la canoa y con el cuarto puesto que logramos se conseguía el primer gran objetivo: clasificar a Tokio”.

Misionero de nacimiento y cordobés por adopción, eligió Jesús María para vivir. Luego de un accidente automovilístico, donde perdió sus dos piernas, tomó al deporte como forma de vida. Optó por el paracanotaje, donde fue creciendo cada día más y hoy es becado de la Agencia Córdoba Deportes.

“La familia es un apoyo fundamental; se sacrifica mucho tiempo de estar con ellos para entrenar toda la semana; yo entreno de lunes a sábados y casi todos los días a doble turno, incluso durante la pandemia pude entrenar en casa y creo que se vio reflejado ahora”, contó.

Argentina contará con dos representantes de paracanotaje, ya que también estará Lucas Díaz Aspiroz, clasificado en 2019 en kayak. Con la tranquilidad de que el trabajo está dando sus frutos, Atamañuk no se pone una presión extra. No obstante, buscará su mejor versión en los juegos de Tokio con miras de conseguir un buen resultado y darle una alegría a la Argentina.

09-06-2021