Hay quejas por la distribución de vacunas contra COVID en el Norte.

Toda la zona. El criterio de distribución de vacunas preocupa a intendentes del Departamento Totoral. 

A nivel nacional, las partidas que arriban desde Rusia, India, China o EEUU son enviadas a las provincias según la población de éstas. Así, a Córdoba le corresponde el 8,1 por ciento del total de vacunas que arriban al Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Este criterio da previsibilidad al sistema y las autoridades sanitarias cordobesas saben que si llegan 800 mil dosis, 64 mil serán remitidas a la provincia.

Sin embargo, no parece pasar lo mismo, al menos, en los departamentos del Norte. Por ejemplo, Cañada de Luque (Departamento Totoral) recibió 10 vacunas y Las Arrias (Departamento Tulumba), 70. Lo extraño es que la primera tiene mayor población que la segunda.

Otro ejemplo son Villa Gutiérrez (Departamento Ischilín) y Sarmiento (Departamento Totoral). Ambas recibieron cinco vacunas, pero esta última tiene una población cinco veces mayor que la pequeña localidad de Ischilín.

Otro criterio podría ser la cantidad de población de riesgo. ¿Puede tener Villa Gutiérrez tanta población mayor de 60 años en comparación con Sarmiento, por citar un caso?

Este criterio podría explicar la cantidad de dosis que dispuso Sinsacate, donde un geriátrico privado tiene 89 residentes.

Otra queja de los intendentes y presidentes de comunas es que han cambiado las indicaciones acerca del destino de las vacunas enviadas sin que medie ninguna explicación ni instructivo. Así, hubo intendentes que debieron devolver dosis de Sputnik V porque les dijeron que estaban nominadas y no se podían colocar a otra persona si el destinatario se negaba a inmunizarse, mientras otros las re- asignaron localmente y no recibieron reclamos ni reprimendas.

“No está en mi ánimo pelear porque a tal municipalidad le dan tantas vacunas y a nosotros no; no vamos a entrar en conflicto por una dosis de más o de menos; lo que quiero conocer es en base a qué datos hacen el reparto para saber a qué atenerme; nosotros inscribimos a los vecinos que desean vacunarse y el reclamo por su necesidad, su ansiedad o su temor recae sobre nosotros, que somos la cara del Estado que está más cerca”, reflexionaba Víctor Molina, intendente de Cañada de Luque.

Otra inquietud de las autoridades locales de la región es quién define la cantidad de dosis que se asignan a cada localidad: ¿Es epidemiología del Hospital Regional Vicente Agüero? ¿Es el COE Regional? ¿Es el Ministerio de Salud de la Provincia?

Cañada de Luque, ya que tomamos su caso, ha colocado 180 primeras dosis y 94 segundas dosis. Por lo tanto, ha inmunizado a menos del 10 por ciento de sus habitantes, aunque la población de riesgo y los trabajadores esenciales ya están mayoritariamente cubiertos.  

En localidades pequeñas del Departamento Totoral, los intendentes y presidentes de comunas también tienen que prever el traslado de sus vecinos a vacunarse porque muchos no tienen movilidad y las vacunas son colocadas en la cabecera departamental para preservar la cadena de frío que requieren.

 

COE Regional.

También les produce muchos inconvenientes la disposición de reportar sus necesidades y derivaciones al Hospital Romagosa, de Deán Funes, que les queda mucho más lejos que el Hospital Vicente Agüero, de Jesús María.

En algunos casos en un despropósito. Sinsacate, la Pampa, Sarmiento, están a menos de 15 minutos de Jesús María y deben viajar con sus pacientes a Deán Funes o enviar personal a buscar insumos a la cabecera del Departamento Ischilín. Ni hablar de los lugares más extremos, como Las Peñas, Los Mistoles, Capilla de Sitón, Cañada de Luque o Candelaria Sud.

Con toda lógica, un Intendente sugería: “Si el COE Regional está en Totoral, que envíen los insumos al Hospital de Totoral. Si quieren aliviar el trabajo del Hospital Vicente Agüero por los casos que hay en Jesús María y Colonia Caroya, busquen otro modo que nos complique menos a nosotros, que ahora tenemos más costos sanitarios también”.

14-05-2021