Comerciantes hicieron cacerolazo pidiendo reapertura de negocios.

Durante 20 minutos, desde las puertas de los locales, reclamaron por el cambio de categoría de la ciudad a zona roja. Angustia y desesperación en muchos encargados consultados.

COVID19 - Locales 30 de abril de 2020 Ariel Roggio Ariel Roggio
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Jesús María. Fueron 20 minutos de ruido en el centro de la ciudad. A las 11 en punto, comerciantes que tienen sus negocios abiertos y otros que llevan 40 días sin poder abrir comenzaron el cacerolazo convocado a través de las redes sociales.

La mayor adhesión se vio en las calles Tucumán, entre Colón y Julio A. Roca, John Kennedy, Ing. Olmos y Cástulo Peña.

Ollas, cacerolas, fuentes, redoblantes y hasta una campana sirvieron para expresar la protesta contra el COE Central que, en las últimas horas, rectificó el status sanitario de Jesús María frente al Coronavirus: lo pasó de zona blanca a zona roja.

Los comerciantes consultados por este diario coincidieron en la queja por esa decisión, a la que calificaron de “bochornosa” y acusaron a al COE de “jugar” con el sector comercial.

“No sabemos cuánto más podremos soportar sin abrir; los costos fijos siguen siendo los mismos”, dijeron angustiados y desesperados por la situación. 

La manifestación fue controlada por la Policía y por móviles de Gendarmería Nacional.

No debieron intervenir porque la consigna era protestar en las puertas de los negocios, con barbijos, respetando el distanciamiento. 

 

El origen de la protesta.

El lunes, el COE Central dio a conocer la nómina de ciudades que quedaban en zona blanca, donde se podían flexibilizar las restricciones por el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Jesús María fue incluída en esa clasificación. Las autoridades locales pidieron paciencia y prudencia y comenzaron a trabajar en protocolos para encarar la nueva etapa de manera ordenada.

Sin embargo, mientras lo estaban haciendo, la Provincia rectificó el status sanitario y la ciudad pasó a zona roja, junto a Sinsacate. Colonia Caroya ya estaba en esa situación.

Fue ahí cuando comenzó a gestarse este repudio por una disposición que la mayoría de los comerciantes consideran injusta.

Su argumento es que respetaron la cuarentena en todo momento, mantuvieron los negocios cerrados, no hicieron trabajar a sus empleados y fueron adaptándose a los cambiantes escenarios generados por la pandemia.

Así, cuando hubo una mínima flexibilización, comenzaron con la venta por delivery manteniendo las puertas cerradas, por ejemplo.

El anuncio del lunes generó una expectativa importante, inclusive algunos comerciantes empezaron a elaborar sus propios protocolos de seguridad, con señalización y hasta pantallas protectoras para los compradores.

El intendente Luis Picar calificó de “muy legítimo” al reclamo. “Creo que en este momento debemos estar todos unidos”, añadió.

Y volvió a cargar contra la decisión provincial: “Hoy tenemos una ciudad totalmente blanca y es por el esfuerzo de los comerciantes y de todos los vecinos”.

“Vamos a seguir la lucha, estamos sumando otros intendentes”, amplió.

En efecto, los gobiernos locales de Morteros, Río Tercero, San Francisco, cerradas porque tiene un solo caso positivo, ya pidieron otro tratamiento de las flexibilizaciones y la creación de una categoría sanitaria intermedia: la zona amarilla.

Picat también adelantó que, de seguir esta situación, la semana venidera convocaría a las instituciones para definir líneas de acción concretas.

Cabe agregar que en Colonia Caroya no hubo adhesión a la protesta.  

30-04-2020

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