La satisfacción de armar una programación que convocó multitudes

“Apuntamos a los niveles previos a la pandemia y lo logramos”, dijo el presidente del Festival, Juan Ignacio López. Las claves de su éxito.

Ocio - FESTIVAL 19 de enero de 2023 Ariel Roggio Ariel Roggio
Juan López

Jesús María. El Festival Nacional de Doma y Folklore no tardó demasiado en recuperar las multitudinarias convocatorias que lo posicionaron como la más popular de las fiestas gauchas del país.

La edición previa a la pandemia, en enero del 2020, convocó a 190 mil personas, un récord que consolidaba el producto “folklore + jineteada + cuarteto” en nueve horas de espectáculo, pese a que muchos tradicionalistas aún se resisten a la incorporación de nuevos géneros musicales.

En 2021, el “gigante” durmió y volvió a despertarse en 2022, cuando en todo el país se dio la tercera ola de Covid con la variante Omicrom, aunque la fiesta ya estaba en marcha y con un objetivo de mínima: cubrir costos. 

No solo que se logró, sino que también hubo buenas utilidades.

Tras esos dos años especiales, Jesús María atrajo otra vez a casi medio millón de turistas que pasó por el anfiteatro José Hernández o por “la movida” externa.

“Esta vez volvimos a apuntar a los niveles de convocatoria de las ediciones previas a la pandemia y estuvimos muy cerca de las 200 mil, como en el 2020; lo logramos, superó las expectativas y ver a la gente alegre con nuestra propuesta era algo que reconfortó permanente”, sintetizó el presidente de la Comisión Directiva, Juan López.

El propio intendente Luis Picat detalló varios factores sobre el éxito de la fiesta: “Es un fenómeno social y económico. Muchos no tienen la posibilidad de salir de vacaciones y elijen nuestra ciudad. En las encuestas, los visitantes son, mayormente, de la provincia. Hay una distancia corta de recorrido y un `ida y vuelta´ en el mismo día que les permiten a muchos hacer la erogación justa de dinero. Creo que la buena grilla y el fenómeno post- pandemia influyeron”.

Al mismo nivel, López se mostró satisfecho por la grilla de esta edición. 

“Hicimos una propuesta para tener una convocatoria pareja todas las noches y se logró; ya estamos pensando en cambios para la próxima edición, para ver cómo combinamos artistas en otras noches”, mencionó.

Sobre la poca convocatoria de la noche extra, dijo que “los jóvenes decidieron gastar en las noches del Festival, con propuestas combinadas entre folklore, doma y cuarteto”.

“Optó por esas noches antes que la del cierre; igual, 7.600 entradas vendidas para el lunes no lo considero mal número; hubiese estado bueno llegar a las 10 mil, pero estamos satisfechos”, declaró.

 

Precios accesibles.

Tanto autoridades municipales como del Festival consideraron que los precios fueron otro factor importante para la convocatoria.

La Municipalidad estimó que cada persona que ingresó al anfiteatro gastó entre 15 y 30 mil pesos, entre el ticket, transporte, comida, bebida y otros productos comprados en el sector de los puestos externos o recuerdos del Festival.

López destacó los acuerdos de la Asociación de Cooperadoras Escolares  con los puestos internos para ofrecer una gastronomía de calidad y a buen precio.

 

¡Hasta el tiempo acompañó!

Esta edición tuvo la fortuna de hacerse en un período de escasas lluvias y una ola de calor que también influyó en la masiva movilización de turistas y las ventas de bebidas.

De las 12 jornadas organizadas, durante la tarde, 10 tuvieron temperaturas promedio de 35°C y a la noche de 20° a 25°C.

Los únicos dos días con pronóstico de lluvia fueron el miércoles 11 y el jueves 12 pero, milagrosamente, los chaparrones fueron a la mañana y a la tarde. 

“Dios nos bendijo hasta con el clima. ¿Qué más se puede pedir?”, dijo sonriente López.

19-01-2023

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