¿Y ahora qué  haremos?

Nota de Opinión

Sociedad 17 de enero de 2023 Miguel Osvaldo Gramajo Miguel Osvaldo Gramajo
Muerte de Agustín Avila

Jesús María. El atroz asesinato de Agustín Avila obliga a toda la comunidad a repensar qué está pasan-do con nuestros jóvenes, qué medidas se pueden implementar para superar una crisis oculta bajo la alfombra.

Está claro que sólo un trabajo en red, con mucho compromiso social y una coordinación adulta de las autoridades municipales, puede dar una solución.

En 2023, los dirigentes políticos estarán muy ocupados en sus acuerdos y la campaña, pero hay deudas que dejan claro que Jesús María no “motiva” a todos por igual.

No estamos hablando de un hecho aislado, sino del emergente de una realidad de base que nos explota en la cara durante uno de los motivos de orgullo de los habitantes de esta ciudad: el Festival, la fiesta de la familia, la fiesta solidaria.

Quedará la satisfacción de que se recaudará mucho dinero para las escuelas, pero con un sabor amargo como nunca antes. Porque 20 jóvenes que fueron alumnos de esas escuelas protagonizaron un hecho aberrante, cobarde. Porque todavía resuenan las palabras del padre de Agustín: “Iban los padres (a la Comisaría) como si fuese un Jardín de Infantes y retiraban a sus hijos, que habían participado de un asesinato. ¿Y sabes que hacían? Cuando los largaban, aplaudían. Ahora están libres y el fin de semana van a venir a patotear a cualquiera”.

Lamentablemente, esas palabras fueron escuchadas por no más de 50 personas. Porque la convocatoria a una marcha frente al anfiteatro no contó con el respaldo esperado de parte de la comunidad. Porque no hubo ninguna autoridad, a pesar de los comunicados de condolencia que emitieron las municipalidades y el Festival.

Hacen agua cuando tienen que dar la cara y acompañar poniendo el cuerpo. Lo mismo pasó cuando murió el jinete Alfredo Spíndola. No supieron qué hacer. No estaba previsto.

La primera sugerencia que se me ocurre es la imperiosa necesidad de hacer un protocolo para el funcionamiento de los boliches porque no pueden seguir sacándose de encima a los revoltosos y arrojándolos a la vía pública, donde siempre siguen las peleas. La coordinación con la Policía para asegurar la seguridad pública debe ser prioritaria.

La segunda cuestión es revisar el operativo de seguridad: todos sabemos que esa es la “zona caliente” durante el Festival y no hubo policías en tareas preventivas. Además, ninguno atinó a prestarle los primeros auxilios, seguramente por ignorancia, porque están preparados para reprimir en lugar de salvar vidas. Agustín no murió en el acto y algo se pudo haber intentado. Claro que la ambulancia demoró 20 minutos en hacer una cuadra. ¿Y el Hospital móvil? ¿Y las unidades móviles de terapia? Las anunciaron con bombos y platillos, pero se les murió un chico sin que intenten nada más que extender el certificado de defunción.

Finalmente, “Mis primeros 18 años” no incluyeron, cuanto menos, a estos 20 chicos y chicas. Sería bueno preguntarse por qué. Sería bueno escuchar una respuesta. Sería bueno convocar a las instituciones intermedias para intentar políticas sociales más profundas. Ahora recuerdo lo que me dijeron: no informan lo que hacen para no hacer proselitismo con temas sensibles.

Las palabras del papá del chico que degolló a Agustín fueron un llamado de atención sobre el tema: “Es consumidor, estaba perdido en las drogas y salía a robar. La madre pidió un montón de veces ayuda porque ya no podía con él. Estamos muy mal y no tengo palabras para decir lo que debe sentir esa familia que perdió a su hijo”. 

El asunto debe ser tratado con la presencia efectiva del Estado, pero no es el único responsable.

Podemos tirar responsabilidades para arriba, como discutir la edad de la imputabilidad de los menores o hablar de las ineficaces medidas provinciales y nacionales, o justificar nuestra indiferencia argumentando que no quieren trabajar y prefieren cobrar planes. Excusas, razones falsas o verdades incompletas para quedarnos en nuestro sitio de confort.

En una de las ciudades más ricas de Córdoba, hay chicos y chicas sin horizontes. A ellos, Jesús María no los “motiva”. Lograrlo es complejo, pero más complejo es bajar los brazos.

17-01-2023

Último momento
Estancia Caroya

Música en la Estancia.

28 de marzo de 2024

Habrá música de cámara este jueves a las 20, en la Estancia Jesuítica de Caroya. Entrada libre y gratuita.

Te puede interesar
La Esencia de Ser Mujer

“La esencia de ser mujer”

Sociedad 25 de marzo de 2024

Es el nombre de un evento organizado por emprendedoras y la Municipalidad de Colonia Caroya. Se hará este martes, de 18 a 22, con la presencia de Solana Weinzetel y Verónica Sircovich.