La Justicia dialoga cara a cara con la comunidad.

Un programa del Poder Judicial de Córdoba, único en el país, incentiva la formación de grupos de trabajo de funcionarios en el territorio.

Sociedad 10 de abril de 2022

Jesús María. El Programa Referente Judicial Comunitario, presentado por el Tribunal Superior de Justicia de Córdoba, tiene por objetivo fortalecer la legalidad, esto es, cumplir y hacer cumplir la ley.

A la vez, busca fortalecer la legitimidad, es decir, la confianza que el ciudadano deber tener en el Poder Judicial.

Para lograrlo, se forman grupos de trabajo integrados por personal del Poder Judicial que trabaja en distintos lugares de la provincia. Es un voluntariado, que en la actualidad reúne a unos mil funcionarios que se focalizan en el territorio. 

En Jesús María hay siete equipos. Uno de ellos se concentró en la realidad de Jesús María y La Granja, sonde entrevista a Enlaces Sociales Claves, es decir, referentes de determinados sectores con contacto permanente con  salud, educación, religión, deporte, cultura, recreación, ONGs, administración pública, prensa y centros vecinales.

Aunque todavía no sacaron conclusiones generales de las entrevistas realizadas, de los testimonios de los participantes se desprenden, entre otras necesidades: mejorar los tiempos de respuesta por parte de la Justicia, comunicarse con un lenguaje fácil y accesible, abrir las puertas de la institución a la sociedad para tener un contacto más directo con la comunidad; ser claros y más predispuestos a orientar sobre dónde acudir y a quién consultar para buscar asesoramiento. 

De este modo se podrían prevenir conflictos, ya que hay muchas situaciones en las que se podría evitar la judicialización, por ejemplo, a través de la mediación, una de las funciones específicas de los jueces de paz.

El Poder Judicial también tiene asesorías letradas, que es otro recurso que muchas veces no se usa por desconocimiento o porque se conoce de antemano que el sistema de Justicia está desbordado.

Pablo Rapali, Juez de Paz de Cañada de Luque e integrante de uno de los grupos que trabaja en la zona, opinó que “hay que acercarse al vecino, ir a donde está el problema concreto, evitar que todos vayan a los grandes centros judiciales porque allí se produce el colapso; así, de paso vamos generando otra vez la confianza de la ciudadanía en la Justicia; a la vez podemos enlazar estos vínculos con las fuerzas vivas y hacerles saber que pueden contar con nosotros”. 

Para hacerlo realidad, analizan salir a la calle, intervenir en la vía pública, informando y asesorando.

Por otro lado, en los dos territorios estudiados podrían instalar oficinas móviles para vincularse con los vecinos de manera directa. 

Terminada esta tarea, harían lo propio en otros lugares donde no hay grupos de referentes judiciales comunitarios y que están más alejados del polo judicial de Jesús María.

“No nos alcanza el capital humano para hacer este abordaje en cada localidad de Córdoba, pero pretendemos llegar inclusive a donde no hay Justicia de Paz ni referentes judiciales a quienes consultarles por las situaciones que loa aquejan”, añadió Rapali.

Por ahora, la idea es que las consultas de los vecinos sean presenciales ya que todavía hay muchas barreras tecnológicas relacionadas con la edad y la instrucción de los pobladores del Norte cordobés. Tampoco la Justicia cuenta con todos los recursos tecnológicos para hacerlo.

El programa alerta sobre la posible vulneración de derechos, sobre las dudas más frecuentes que se presentan en cada lugar, que anticipen esas historias para que no lleguen a convertirse en expedientes.

10-04-2022

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