Cómo llegar a la casa propia más allá de las crisis.

Cooperativa Horizonte aplica una metodología solidaria que ha sido efectiva aún en los peores escenarios económicos. ¿Cuál es el secreto?

Sociedad 10 de diciembre de 2021

Jesús María. Cooperativa Horizonte entrega casas entre sus asociados hace 39 años y a nuestra zona llegó apenas cinco años después de ser creada.

Desde entonces, ni la crisis del año 2001 ni la reciente pandemia han resentido su sistema y el cumplimiento del objetivo tiene niveles óptimos: quienes pueden cubrir el 0,6 por ciento del valor de la vivienda cada mes son adjudicatarios en cuatro años.

Sin embargo, si alguien tiene algún inconveniente, antes de que le sea adjudicada su casa puede aportar libremente. Inclusive, la metodología aplicada le permite al asociado atrasarse hasta cinco meses.

Como el socio va cancelando porcentajes de la vivienda, su dinero se capitaliza si la casa aumenta. 

A partir del momento que ingresan a su casa, se le fija un valor obligatorio. Hoy está por debajo del costo del alquiler de un inmueble de similares características.

“En la zona, vemos que es muy difícil poder adquirir un lote y construir”, puntualiza la Coordinadora de la Agencia Jesús María, Claudia Gudiño.

Una vez que ingresa, el asociado puede elegir entre cuatro tipologías disponibles, que van desde un monoambiente hasta una casa con tres dormitorios. Hoy, la vivienda más básica, de 30 m2, cuesta 3,3 millones de pesos con el lote incluido.

Según los aportes que haga, el plazo de entrega varía: puede acortarlo o postergarlo.

La adjudicación se hace por puntaje, teniendo en cuenta la antigüedad, lo que pagó por mes, si lo hizo en término. El socio promedio adjudica con el 40 a 50 por ciento del costo de la vivienda cancelado. 

También suman puntos las ofertas de materiales o mano de obra. El sistema es tan flexible que está prevista la posibilidad de que el asociado cambie materiales, sanitarios, pisos, pintura, aberturas.

Una vez adjudicada la casa, la etapa constructiva lleva, aproximadamente, un año. En ese lapso, el área técnica y el socio definen las terminaciones.

Las viviendas se entregan en condiciones de habitabilidad, pero los propietarios pueden modificarlas. Para bajar los costos, los lotes son más pequeños que en otros barrios: hay de 200 a 250 m2 y de 300 a 360 m2. A su vez, la cantidad de metros cuadrados cubiertos está sujeta a las exigencias municipales de cada lugar. Por ejemplo, en Jesús María se pueden hacer casas de 30 m2 como mínimo y en Colonia Caroya, de 40 m2.

La responsable técnica, Dannae Bonansea, explica que “todas las viviendas están pensadas para que se puedan ampliar en altura. Sin embargo, no está previsto construir edificios”.

“La mirada de la Cooperativa es que cada uno pueda tener su espacio, su patio, su jardín, aunque sean más pequeños”, amplía.

El asociado puede elegir entre cuatro tipologías. La primera casa de la tipología incorporada este año se está levantando en Bº 17 de Octubre. Es muy mejorada: tiene baño con antebaño, cocina separada, dormitorios más amplios, espacio para placard, muebles de cocina y baño. Son viviendas que van de los 60 a los 110 m2.

La responsable técnica también tiene en cuenta las sugerencias del asociado en lo que respecta a los materiales a utilizar. En Córdoba, por ejemplo, las viviendas son de bloques de cemento, en cambio en nuestra zona sólo se construye con ellos la más básica. El resto es de ladrillos portantes, tipo Palmar.

Cada dos meses se hacen adjudicaciones. Ahora, por la pandemia, el calendario se vino sacando cada 60 días en lugar de una vez por año, como hacía hasta la irrupción del Coronavirus.

La Cooperativa tiene en construcción Arcos de Horizonte, en las calles 129 y 128 de Bº Malabrigo; Plátanos de Horizonte, en la Calle 48, entre 22 y 23; y Solares de Horizonte, en calle Murcia de Jesús María, donde harán 40 viviendas más .

También construye en lotes que son propiedad de los asociados.

10-12-2021

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